El Final del Arte Clásico en el Renacimiento

La Venus de Urbino de:



 TIZIANO

  El MANIERISMO...

"Se trataba de un estilo deliberadamente anticlásico, a menudo violento, y a  veces francamente feo, pero con ritmos y emociones pictóricas sutilmente expresivas" como podemos contemplar en esta entrada que nos ocupa, en los cuadros del Greco, y Tintoretto   máximos, (al margen de otros artistas)  exponentes del manierismo.

-.Después de Miguel Angel  los artistas más dotados italianos, reaccionaron con el abandono de todos los esquemas, estudios y demás ciencias pictóricas, hasta entonces aprendidos.

Fueron distintas causas, sociales y artísticas, lo que causó esa ruptura o abandono, y posterior desarrollo del esta nueva forma de pintar, pero desde luego una de las causas, fueron los tres grandes  artistas del" alto renacimiento", sobre todo Miguel Angel. El manierismo  sirvió de transición hacia una época moderna y el nuevo estilo que se perfilaba, el Barroco.

En las nuevas condiciones políticas, sociales y psicológicas de una Italia dominada por la corte, este impulso creativo no duró. El manierismo degeneró con bastante rapidez hacia una mayor rigidez, hacia una especie de academicismo manierista.-

                                                                EL GRECO

                                                    

Que pasa con la "Venus de Urbino" que pintó  Tiziano, donde la armonía,  belleza y color son sus máximos exponentes... sencillamente el pintor es veneciano

 Venecia es la única Ciudad que no entra en ese modelo general de desarrollo artístico del Renacimiento.(Con una salvedad, la pintura de Tintoreto.)  La  crisis del arte italiano apenas alcazó a Venecia. Una Ciudad donde su comercio hasta ese momento fue el más importante de la época, al igual que sus fuertes vínculos con Bizancio, su mirada siempre estuvo en Oriente en todos los aspectos, por lo tanto tardó en adoptar los principios de la técnica Renacentista que se desarrollaba en Italia, y cuando lo hizo a finales del siglo XVI  añadió a dicho arte su propia aportación particular.
El patriciado veneciano_ la aristocracias europea más exclusiva y segura de sí misma, aún soberbiamente segura de ser capaz de continuar con su república sin necesidad de una Corte al estilo Español, ni una Inquisición controlada por Roma, ni de una universidad dominada por los jesuitas...

Venecia... incomparable representación del color inspirada en sus artistas por la luz que la laguna refleja en la ciudad. Esta ciudad era el único Estado italiano que mantuvo con éxito y conscientemente el carácter de ciudad- estado independiente donde el artista seguía siendo un ciudadano libre.

Cuando llegó el momento sus pintores recogieron todo el saber y absorbieron el estilo manierista  lo enriquecieron y lo trasformaron . A partir de mediados del siglo XVI, una vez que Miguel Angel pintó su último fresco no había en Italia pintores de la talla de los venecianos... Giorgione, Ticiano, Tintoretto, o el Veronés, decir también que el Greco estudio en Venecia, antes de trasladarse a Toledo ( España)

GIORGIONE: Veneciano

La Tempestad: El aspecto de las cosas está ahora en el primer término y no en la silueta.Este pintor parece haber concebido desde un principio la pintura en color, no ya como dibujo coloreado, concebir esa manera de hacer directa,  fue tan revolucionario como anteriormente lo fue la perspectiva.

¿Una mujer desnuda y seguramente embarazada, amamantado  a un niño en plena  naturaleza? haciéndonos participes de ese momento de vida, sosegado y tranquilo, en contraste con una naturaleza violenta y en plena tormenta con rayo incluido, es una alegoría...naturaleza, madre, alimento vida, y a la postre un joven que pasa por la otra orilla como mero espectador del proceso que se esta dando entre  mujer, cielo, y tierra.

La composición de la Tempestad es atrevida y desgarrada, es como de ensueño, no sabes que pensar o que pasa  realmente. 

TIZIANO:   El pintor más cotizado de su tiempo, el retrato alcanzó por primera vez una revalorización, hasta equipararlo con el arte pictórico narrativo. Durante sesenta años de vida creativa , nos demostró lo mucho que le interesaba el retrato, hizo del color un protagonista de la pintura y lo usa para caracterizar  al retratado. Un color rojo emergiendo de la oscuridad mágica del pincel de Tiziano ennoblece al personaje de su obra de una manera nunca vista.

En 1548 el emperador Carlos V mandó llamar a Tiziano a la dieta imperial de  Habsburgo. El anciano pintor, que contaba con 71 años de edad, aceptó tal honor y pasó ocho meses en la ciudad imperial alemana. La pintura se encuentra en el museo del Prado de  Madrid. Aquí se representa al monarca que acaba de vencer  a los príncipes de la Liga Protestante. se representa como un hombre de guerra, pero sobre todo, el rojo sangre que tiñe el cielo, alumbrado de manera grandiosa y dramática por un sol todavía intenso en el ocaso después de la batalla.

TIZIANO:   CARLOS V

TINTORETTO: Veneciano, buscaba, no obstante, otras metas muy diferentes a las de los dos artistas mencionados.  Este pintor tenia una brusca alternancia entre las luces y las sombras, transformando con su pincel progresivamente la exquisita sensualidad cromática de los anteriores pintores en una  sutileza tonal, anticlásica,  orientada a lograr efectos  extremos.

Lo excéntrico, sobre todo lo atrevido, dispuesto frecuentemente sobre la diagonal que va del ángulo inferior izquierdo hasta el superior derecho, domina la composición y carga las escenas de tensión. 

  El Veronés, no solo es la expresión de una sociedad embriagada por la abundancia terrenal y el esplendor festivo como la del Renacimiento  Tardío, sino que en esto de alguna manera es ya una anticipación de la pintura del Barroco y del Rococó  

EL VERONÉS: muestra su interés por crear un mundo de la nobleza que, se caracteriza por su desenfado frívolo y su ponposidad, constituye una antítesis de la realidad cotidiana. En contraposición a la siniestra seriedad y a la tensión dramática de las oscuras tonalidades de Tintoretto

Marte y Venus: del Veronés .-

LA Última Cena: de Tintoretto.-